Reflexiones en el Día internacional de la lengua materna: Preservación, identidad, y Derechos lingüísticos

Reflexiones en el Día internacional de la lengua materna: Preservación, identidad, y Derechos lingüísticos

El 21 de febrero se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna, una fecha de gran significado que fue propuesta por Bangladesh y aprobada en la Conferencia General de la UNESCO en 1999. Desde su instauración en el año 2000, este día se ha convertido en una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la lengua materna, especialmente en un mundo donde muchas lenguas se encuentran en peligro de desaparecer. En 2025, este día conmemorará su 25º aniversario, un hito que nos invita a evaluar los avances y los retos que enfrentamos para preservar las lenguas del mundo.

La lengua materna, definida como la primera lengua que adquiere una persona en su entorno familiar, es más que un simple medio de comunicación. Según Antonio Girón López, experto en lingüística, la lengua materna se aprende de manera natural, sin intervención pedagógica formal, y refleja los valores, la cultura y la identidad de una comunidad. Este proceso, que comienza en la infancia, continúa a lo largo de la vida, adaptándose y enriqueciéndose según la interacción con otros hablantes. La preservación de las lenguas maternas, por tanto, no solo es crucial para mantener viva una lengua, sino también para conservar una visión del mundo única, que es esencial para la identidad de cada comunidad.

En este contexto, el Día Internacional de la Lengua Materna resalta la necesidad de actuar frente a la amenaza que enfrentan muchas lenguas. La UNESCO destaca que, al proteger y promover las lenguas, estamos resguardando el patrimonio cultural de la humanidad, mejorando los resultados educativos y contribuyendo a la creación de sociedades más pacíficas y sostenibles. De hecho, el 25º aniversario de este día es una oportunidad clave para renovar el compromiso global con la diversidad lingüística y subrayar el papel fundamental que juega la lengua materna en el desarrollo de las comunidades y en el fortalecimiento de su cohesión social.

La importancia de este tema también está reconocida en el marco legal, tanto a nivel nacional como internacional. En México, la Constitución reconoce en su artículo 2º, apartados IV y V, el derecho de los pueblos indígenas a preservar y promover sus lenguas. Esta normativa establece el deber del Estado de fomentar el uso, desarrollo y difusión de las lenguas indígenas, y subraya su valor como elemento constitutivo de la diversidad cultural de la nación. A nivel internacional, instrumentos como el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas refuerzan la idea de que la preservación de las lenguas es un derecho fundamental de los pueblos indígenas, estrechamente vinculado a su autonomía y su cosmovisión.

Uno de los ejemplos más significativos de este esfuerzo de preservación es La Semana de Vida y Lengua Mixe, organizada por Servicios del Pueblo Mixe, A.C. desde 1983. Esta iniciativa se ha convertido en un espacio crucial para el análisis, la reflexión y la enseñanza de la lengua ayuuk, promoviendo su uso y protegiéndola de los riesgos que conlleva su posible desaparición. A lo largo de los años, la SEVILEM ha reunido a especialistas lingüistas, autoridades comunitarias y miembros de diversas comunidades mixes para fortalecer el conocimiento y la práctica del ayuuk, y con ello, contribuir al fortalecimiento de la identidad mixe.

El Día Internacional de la Lengua Materna es una oportunidad para reafirmar la urgencia de preservar la diversidad lingüística. La lengua es mucho más que una herramienta de comunicación: es el vínculo vital que une a las personas con su historia, su identidad y su territorio. Cada lengua es un reflejo de una cultura única, que aporta al vasto mosaico de la humanidad.

Este día debemos de reconocer que la desaparición de una lengua no solo significa la pérdida de palabras, sino también la extinción de conocimientos, tradiciones y formas de vida que han perdurado por generaciones. La preservación de las lenguas maternas es, por tanto, un acto de resistencia frente a la homogenización cultural y un acto de justicia para las comunidades que luchan por mantener viva su herencia.

En este día, hacemos un llamado a cada uno de nosotras y nosotros a valorar y proteger la diversidad lingüística. Hoy más que nunca, debermos ser guardianes de nuestras lenguas y de la rica herencia que representan.