- Urgente legislar por el reconocimiento del territorio y de la tierra de los pueblos indígenas desde su cosmovisión.
En el marco de la primera ??????? ?? ??????????? ????? ?? ?????????????? ?? ??? ??????? ???í????? ? ????????????, el comunero Silviano Ruiz Vasconcelos, caracterizado de Nativitas Coatlán Mixe e integrante del Consejo Estatal de Derechos Indígenas y Afromexicano de Oaxaca (CEDIAO), compartió esta reflexión.
Para poder comprender la problemática que enfrentamos, no se puede entender el asentamiento físico de un pueblo sin el difrasismo de “it naax, it naaxwiiny”. En lengua ayuuk: “it” es el territorio que los pobladores originarios heredaron de sus antiguos padres “ap teety”, “ap ok” se remonta al origen genealógico de su cultura, con ello estamos diciendo quiénes nos dieron esas tierras en donde estamos, reconocemos y sabemos quiénes nos lo dieron, por qué estamos allí, no nos asentamos en la casualidad sino es a partir de esa transmisión de herencia, porque tampoco la compramos nos la entregaron.
Yo creo que desde el momento en que se da la congregación de los pueblos indígenas después de la colonización, cuando ya nacen los pueblos es cuando ya se delimita el “it” porque en nuestra lengua nosotros nos reconocemos como el naaxwiiny jä’äy la persona de la tierra, la gente de la tierra, la gente de toda la tierra, la gente de todo el universo, quiere decir que no teníamos el espacio restringido sino todo un espacio libre, pero cuando ya surgen los pueblos entonces ya nos limitan, nos restringen la libertad, lo que teníamos nosotros por delante, ya nos dicen aquí tienes que estar, aquí llega tu límite, hasta aquí llega tu territorio.
Así con la colonización, nuestro territorio se hayan delimitados en las cumbres de los cerros, cauces de ríos, arroyos, acantilados, altares de piedras u otras insignias, y son muy visibles que nos están diciendo que hasta allí está nuestro “it”, nuestro territorio. son testimonios mudos de esa herencia ancestral de territorialidad.
Cuando hablamos de “it”, de “naaxwiiny”, de “it naaxwiiny” se haya todo: los ríos, los arroyos, los árboles, todos los materiales, los elementos naturales, los animales. Desde la ontología de nuestra lengua, eso es de nosotros, eso es nuestro, porque está enmarcado dentro del territorio que heredamos por transmisión de nuestros padres.
Pero entonces vienen los problemas, cuando queremos aprovecharla los pueblos, cuando queremos hacer uso del agua de un manantial, ¿qué te dicen? que no se puede porque no es tuyo, que tienes que recurrir al estado, a las instituciones; que están establecidas por los órganos de gobierno para que nosotros podamos acceder y podamos obtener el permiso para aprovechar algo de lo que nosotros recibimos por herencia de nuestros padres, como herencia natural de nuestra vida en donde estamos cuidándola, porque somos parte de ella.
Los naturales de los pueblos originarios, “kajp kop” dan por entendido que todo aquello que se haya en la territorialidad, (naaxwiiny) llámese agua, arroyos, ríos, manantiales, bosques, piedras, cerros y montañas, que en muchas de las veces son y se convierten en lugares sagrados, le pertenece al colectivo.
El “naax wiiny it” es la enmarcación territorial en sí, en ella, se hayan los recursos naturales que a ojos del agüero capitalista y con las benevolencias de las leyes mexicanas, al adjudicarse ésta, la propiedad dizque de la nación, han despojado a los pueblos de su herencia milenaria. Así, ese sentido de pertenencia que los naturales indígenas mantienen con la madre naturaleza se ha visto soslayada con instrumentos jurídicos que premeditadamente se han impulsado desde los escaños y tribunas políticas, de quienes en su derecho de representación popular han validado su actuar, al crear e impulsar leyes y despojar de la tierra y de sus territorios a los “naax kop, kajp kop, es decir, a los pueblos que desde sus orígenes les pertenece el lugar en donde actualmente se encuentran establecidos.
Es de enfatizar, que los naturales de los pueblos conocen cada rincón de su territorio “it” saben los nombres de cada arroyo “wok” veredas “tuukop” cerros “ kop” y entienden el significado y del por qué sus padres le atribuyeron esos nombres, esto, demuestra su conocimiento físico y material del “it naax” territorio y tierra y es un medio de probanza para demostrar la pertenencia que ostentan de épocas inmemoriales de su territorialidad.
La m es el prepositivo y otorga el derecho y la legitimidad desde la lengua y la cultura de los pueblos originarios el territorio y la tierra, en el caso de la lengua ayuuk, m’naax es aplicable al individuo y al ente colectivo llamado pueblo, quien se adjudica mediante la ontología de su lengua, el derecho y transmite así la herencia del territorio y de la tierra a sus generaciones, “taa m’it m’naax” (este es tu territorio y tu tierra). Desde este enfoque de la propia lengua de los pueblos originarios,– exigen el reconocimiento y el respeto de sus territorios y tierras en el marco de la Constitución estatal y federal. “m’pëj tsoopy ëëtsy ajkxy jee (yaj ijx kapëë) ets je naay ya mëj atëë maa jee Waj wiim tey ajt ets neny tuun maa jee Nëë wiim tëy ajtën, mëët ni tu’uk ni tu’uk je kajp y’it nyaax.
Hasta hoy el Estado mexicano, se ha auto adjudicado el derecho del territorio y de la tierra de los pueblos originarios en el espécimen de las leyes, poniendo en riesgo su estabilidad social, e incluso, se está socavando su cultura histórica, sin que éstos, tengan las herramientas para emprender la defensa legal de su territorialidad y velar por el desarrollo de sus vidas y el buen vivir de ellas.
Es urgente legislar por el reconocimiento del territorio y de la tierra de los pueblos indígenas desde su cosmovisión, para que las y los legisladores del Congreso del Estado de Oaxaca, impulsen la iniciativa que el CEDIAO (Consejo Estatal de Derechos Indígenas y Afromexicano de Oaxaca) ha presentado ante el H. Congreso local, para el bien de las comunidades y pueblos originarios.