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Milpa comunal en tiempos de pandemia

Mientras el sistema alimentario global de las agroindustrias provoca desastres, pandemias, guerras, hambrunas y enfermedades en la humanidad, esparciendo millones de litros de venenos sobre la tierra y la naturaleza, matando animales, insectos, plantas y humanxs en una guerra no declarada contra lo vivo, en nombre de la plusvalía y la ganancia de algunas grandes empresas transnacionales que controlan semillas transgénicas fabricadas en
laboratorios y otros agrotóxicos que han transformado grandes extensiones del campo en desiertos. La pandemia nos hace ver que perdimos nuestra capacidad de producir nuestros alimentos, que perdimos el respeto a la naturaleza, la agroindustria deshumaniza el campo y el capital deshumanizó nuestra relación con la tierra y el territorio.

En el caso del gobierno de México bajo la 4T, la visión de sus instituciones es promover e imponer el uso masivo de glifosato y agrotóxicos, por encima de la visión agroecológica y la experiencia y saberes campesinxs de nuestro país. Esto demuestra el carácter neoliberal del gobierno de AMLO, que impone también sus megaproyectos y extiende la guerra de baja intensidad dentro de los territorios indígenas del país.

Enmedio de la pandemia, el campesinado crece con la milpa, está reverdeciendo. Los campesinos salieron del encierro, salieron a sembrar su maíz, a sembrar sus tierras, como un primer acto de rebeldía y resistencia. Sembrar es resistir y rebelarse. Las comunidades indígenas campesinas demuestran que sus resistencias sigue en pie, luchando para alimentar sus comunidades, trabajando sus tierras en medio de una crisis sanitaria sin precedente y en medio de una guerra abierta contra las mujeres, contra las comunidades indígenas campesinas
y contra los pobres de México.

En Oaxaca las milpas viven y siguen en pie con sus 35 razas de maíz, mientras el Estado cerró los mercados locales dando un gran golpe a las economías locales y comunitarias, benefició a los supermercados de las transnacionales que nunca cerraron. La amenaza de los transgénicos y su liberación masiva con el uso de glifosato sigue vigente y la biopiratería en la Sierra Mixe sigue amenazando los maíces nativos de Oaxaca.

La milpa comunal sigue brotando en medio del caos del capitalismo pandémico con sus formas de organizaciones comunales, que desafían la lógica de acumulación del gran capital. Resistimos sembrando alimentos sanos y milenarios, en policultivos milperos, tenemos una cultura rebelde y solidaria entre los pueblos, nos acompaña la sacralidad del maíz y la naturaleza del Oaxaca profundo.

En esta jornada de resistencia en defensa de la milpa comunal en tiempos de pandemia, sembramos dignidad para cosechar libertad a través del Espacio Estatal en defensa del maíz nativo de Oaxaca, recordando la resistencia milenaria de los pueblos indígenas que ha alimentado la humanidad con la esperanza de un nuevo amanecer sin pandemia y maíz transgénico. Este es un llamado a retomar el camino y la visión de los pueblos y comunidades, retomar la cosmovisión, la sacralidad y la espiritualidad propia nuestra.

Llevemos a la milpa como una respuesta económica frente a la pandemia. Los pueblos son los que tienen en el campo una respuesta de cara a la situación de crisis actual. Retomemos la milpa comunal, la agricultura campesina, como el futuro de la humanidad.

Alimentemos la esperanza sembrando y cultivando, enseñemos a nuestrxs hijxs, a los mas pequeñxs, a sembrar, a cultivar, a querer nuestro maíz, enseñemos a tener amor a la tierra, a la madre tierra, a compartir y ser solidarios con los otrxs.

Hay una memoria dentro de las comunidades, una vivencia de trabajo, un conocimiento de siembra y cosecha, tenemos esto que durante muchos años lo hemos venido haciendo. Sembrar es un acto político. La agricultura campesina humaniza las relaciones con la naturaleza. La espiritualidad humaniza los procesos del campo. La sacralidad es regresar a ser humano frente a la tierra. Tenemos que regresar a ser humanos, a ser hombres y mujeres de maíz, a ser humanxs de maíz frente a la crisis. Hay una alternativa, es el ejemplo que están dando los pueblos, está dentro de nuestra propia sangre. No impulsamos nada nuevo. Impulsamos la siembra de la milpa y nuestros alimentos.

Este es un llamado a todas y todos, a retomar nuestra relación con la tierra, a quitarnos la venda de los ojos, este es un llamado a resistir sembrando, hacemos un llamado a construir juntxs un presente y un mañana donde florezca la vida, el maíz y la milpa. Este es un llamado a nuestra memoria, a recordar quienes somos, de donde venimos, este un llamado a recordar que somos mujeres, hombres, jóvenes, ancianos y niñxs de maíz.

Desde los pueblos sembrando dignidad y cosechando libertad

29 de septiembre
Espacio Estatal en defensa del maíz nativo de Oaxaca
Organización de Agricultores Biológicos A.C. ORAB – Centro de Desarrollo Integral Campesino de la Mixteca A.C. CEDICAM – Servicios para una Educación Alternativa A.C. EDUCA – Servicios del Pueblo Mixe A.C. SER – Enlace, Comunicación y Capacitación A.C. – Universidad de la Tierra Oaxaca – Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez UNOSJO S.C. Coalición de Maestros y Promotores Indígenas de Oaxaca A.C CMPIO – Desarrollo Agroecológico Mixteco A.C. (DAMIX) – Investigadores y Artistas comprometidos Participantes: Yunhiz Espacio Alternativo – Huerto Jalatlaco – La Chapulina

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